ÚLTIMA EDIFICACIÓN |
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SANTUARIO DE CODÉS |
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Conjunto majestuoso formado por la Iglesia, la Torre, la Hospedería,
el pasadizo bajo la torre, la fuente, las explanadas y la hermosa escalinata
en una estructura armoniosa. Monumento orgulloso al cobijo de la Sierra de Codés con el Yoar (1416
m.) en el centro y las Dos Hermanas por la izquierda más la Concepción por la
derecha que lo acogen con afecto maternal. Antes de llegar a la situación actual, siglo XIX-XX, pasó por momentos difíciles con las guerras de: la Independencia (1808...), el guerrillero Espoz y Mina (1808-1815), los carlistas (1837) y saqueos de bandidos en múltiples ocasiones. |
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Situado a los pies de la sierra de Codés, nos encontramos con este santuario del siglo XVI. En el año 575 el rey Leovigildo destruyó la ciudad de Cantabria (Logroño). Un grupo de cristianos escondió la imagen de la Virgen de su Iglesia en estos bosques. Setecientos años después (1275), un pastor de estos lugares, la encontró en una cueva entre espinos. Enseguida se construyó la primera ermita de la Virgen de Codés. Ante la afluencia de fieles, años más tarde (1530) el Obispado designó a un sacerdote, Juan Merino denominado Juan de Codés, como capellán de Codés y de la ermita, el cual con su dinamismo, santidad y milagros con los paños de la Virgen bendecidos, dio un realce impresionante a la devoción mariana en este lugar. Anterior al Santuario fue el poblado de Codés, con su ermita de San Miguel, que junto con Bañano, Yeta y Cabañas se cobijaron en Torralba, pueblo con murallas y privilegios, ofreciendo seguridad; esto ocurría en tiempos de Sancho VII el Fuerte (1219) Durante todo el siglo noveno (900 a 1008), fue zona de anacoretas, la mayoría de la familia Benedictina teniendo su centro principal en San Jorge de Azuelo. Con la fundación de la Cofradía de Codés (1901)se regularizó toda la vida de estos lugares. |
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VIRGEN DE CODÉS (Torralba del Río) Si hablamos del siglo VI, es la leyenda la que nos abre las puertas
hacia la contemplación de la Virgen de Codés, traída desde la vieja y riojana
Cantabria (Logroño) hasta las estribaciones de Yoar, cuando los godos
arrianos perseguían a los vascones católicos. En 1523, terminadas las guerras de anexión, un grupo de mercenarios se
convirtieron en bandidos y se refugiaron en Malpica bajo la dirección de Juan
Lobo. Desde su “castillo” asolaban la zona. Un pobre hombre fue desvalijado y
hecho preso por los forajidos, quienes lo llevaron a su refugio y allí, entre
dos tablas a modo de grilletes, permaneció ultrajado varios días. Le
reza a la Virgen de Codés y sin saber
cómo, una mañana apareció dormido ante
su ermita liberado de sus tablas pero situadas junto a él. Fue
otro hecho de gran relevancia en la propagación de la devoción a la Virgen.
de Codés Posteriormente, incluso el mismo Brujo de Bargota, con sus excentricidades, contribuye a completar el misterio y la fama del santuario. Esta imagen atrae a los fieles alaveses, riojanos y navarros en determinadas fiestas con tal fuerza que desde la primera de ellas es conocido el dicho: “Por Pentecostés, todos a Codés”. |
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ÚLTIMA EDIFICACIÓN |
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A finales de siglo XIX y comienzos del XX, se acomete la
reconstrucción de lo que es la Iglesia-Basílica actual. Mucha tarea por
delante y escasos medios para realizarla. Pero surgió el espíritu mariano en los
fieles de estos valles y gracias a su generosidad y espíritu de sacrificio
fue surgiendo este edificio tan esbelto que admiramos y que nos orgullece. La
Cofradía de Nuestra Señora de Codés que comenzó a funcionar desde el día 1 del siglo XX (1901) reorganizó las diversas
tareas tanto de construcción como administrativas, sociales, culturales y
apostólicas.Con la escalinata de 16 peldaños constrida con motivo de la
declaración del Dogma de la Inmaculada Concepción, se puede decir que
finalizaron las grandes obras. A patir de ahí, las obras se suceden en una costante
mojora del Santuario y de todo su entorno: el frontón, la barbakoa. el txoko,
las fuentes, la cascada y mil arreglos debido al deterioro de los edificios
en paredes, tejado, cañerías, vallas, unas veces por el temporal y la mayoría
por envejecimiento propio de los años. Esto requiere una puesta al día permenente para su buena
conservación. Y para todo este cuidado de edificios, entorno,
funcionamiento, los administrativo, seguros etc. contamos con la cuota de los
cofrades, que bien administrada nos sirven para cubrir los gastos
principales. Lo malos es que los cofrades disminuyen rápidamente debido a que
por su mucha edad pasan a mejor vida, y los ingresos se adelgazan. |
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